domingo, 2 de marzo de 2014

Giuseppe Verdi (I) Va pensiero sull'ali dórate





Nació el 10 Octubre de 1813 en Roncole (el mismo se hacía llamar el campesino de Roncole) estado de Parma.

En 1832 fue rechazado por el Conservatorio de Milán debido a su juventud y por no presentar "aptitudes para la música".

En 1833 fue director de la Sociedad Filarmónica de Milán.

Afectado por la muerte de su esposa y dos de sus hijos, abandonó la composición en 1840, pero al año siguiente fue convencido por el director de La Scala para escribir Nabucco.

La obra se basa en el Antiguo Testamento: los hebreros, derrotados por las tropas de Nabucco, rey asirio, se lamentan de su desgracia e imploran la ayuda de Jehová para evitar el destierro.

El público italiano asoció el argumento con la situación que estaban viviendo con la opresión austriaca. Sin pretenderlo, Verdi convirtió "Va pensiero, sull'ali dórate" de Nabuco, en el símbolo del Risorgimiento, símbolo del nacionalismo en Italia, al mismo tiempo que el pueblo utilizaba su nombre como acrónimo para aclamar a su rey Víctor Manuel de Saboya,  que se encontraba exiliado durante la ocupación austriaca: ¡VIVA VERDI! (VIVA Vittorio Enmanuelle Re d'Italia)

El famoso "coro de los esclavos" era repetido por el público durante las representaciones a pesar de las prohibiciones de la policía austriaca, que tuvieron que intervenir en numerosas ocasiones, burlándose de esta forma de la censura que estaban sufriendo.

En su testamento dejó escrito que su sepelio fuera modesto y que tuviera lugar al amanecer o por la tarde, a la hora del Ángelus, sin cantos ni música..., pero esto último no pudo cumplirse. La multitud que llenaba las calles de Milán irrumpió con la melodía "Va pensiero sull'ali dórate"

Hoy en día aún simboliza la protesta cívica: El 12 de marzo de 2011 se representó la obra de Nabucco dirigida por Riccardo Muti, con Berlusconi en el palco de honor. Cuando el coro canta "Oh patria mía, tan bella y tan perdida" la gente rompió en una cerrada ovación pidiendo un bis,al mismo tiempo que gritaban "Viva Italia" , "Viva Verdi" y "Larga vida a Italia". El director se dirigió al público, lo incitó a no callar más ante la vergonzosa situación política del país y dirigió un bis coreado por todo el teatro.

Dirigiéndose al público y al propio Berlusconi dijo: Yo he callado durante muchos años. Ahora deberíamos darle sentido a este canto. Les propongo que se unan al coro y que cantemos todos el "Va, pensiero".

El público se puso de pie y acompañó al coro en el canto. Hubo aplausos y lágrimas tanto de los artistas en escena como del público así como lluvia de papeletas que caían del palco superior.











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