Todas las palabras tienen una historia que, en ocasiones, resulta muy curiosa como la de estas dos palabras: Maestro y Ministro.
Un maestro es
alguien que enseña, que está por encima de otros, de sus alumnos por ejemplo. Y,
efectivamente, maestro deriva de magister que, a su vez, proviene del
adjetivo magis que significa más y más que.
En Roma había un
magister equitum, o sea, un general de caballería, y, entre otros más, un magister morum o jefe de policía. Es decir el magister, el maestro, era el superior,
el que estaba en lo alto.
Por el contrario el
minister estaba en lo profundo de la escala social. Minister procede de minus, es
decir menor, menor que. Era el hombre
sometido a alguien, al servicio de alguien. El minister cubiculi era, por ejemplo, el camarero.
Pero quien a buen árbol se arrima buena sombra le
cobija. El magister, el maestro, continuó siendo el superior de
sus alumnos, pero de nadie más; mientras que el minister, el humilde
ministro, estando al lado de los grandes y sabiendo lamerles las botas, fue
encumbrándose poco a poco hasta llegar a ser lo que son ahora: los mandamases
de un país.
Por cierto, los ministros españoles no tienen secretarios sino subsecretarios. Ello se debe a que el primitivo nombre de los
ministros del rey era el de ministro
secretario del Real Despacho, por ello, por ser ellos mismos secretarios
del rey, les correspondía, no otro secretario, sino un
subsecretario.
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